Un favor..

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Atentamente:

Escritor Anonimo

martes, 22 de abril de 2014

La inicial de su nombre.

En la travesia de la vida el anciano camina solamente esperando que llegue su hora, no esta arrepentido de nada, solo esta satisfecho con su largo camino, esta tranquilo, el ya cumplio con su destino. Su vida le dio amores inolvidables, sus manos tiesas ya, invadidas de dolor por el cansancio de dedicarse al trabajo y sobre todo: a la escritura.

Ya le ha pedido a dios que si al infierno lo condena, le otorgue por piedad un boligrafo y una libreta para soportar alegremente alegremente esa horrible eternidad escribiendole poemas a satan y versos a cada victima del pecado.

En la espera de su sentencia, se le atraviesa una joven de simpatica belleza, radiante a sus ojos, aunque al pobre la vista ya le empieza a fallar, tiene unos 20 años, y saber eso lo llena de sozobra, arruina su paciente espera y el deseo de terminar satisfecho su existencia, una joven sin pena ni gloria, presta admiracion que a ojos de los mas grandes bohemios y poetas se convierte en fuente de inspiracion, en motivo de no despertar jamas de la aparente fantasia, aunque estos no lo saboreen tanto como el, viejo sabio que esperaba como delicada y suave brisa su hora de partir.

Ahora desea estar con ella sin siquiera conocerla, triste muy triste, por el hecho de saber que a esa linda mujer le quedaba una larga vida por delante y a el, solo esperar su hora de partida.

Por la edad y ambas apariencias, ella parecia su nieta, era un extraño pensar ajeno que el conservaba de acuerdo a la etica y la moral de la sociedad que a pesar de todo el dejo de lado, porque ya la tenia frecuentemente en el pensamiento, es cierto entonces  que la falsa moral queda de lado cuando se empieza a querer de tal manera. La condena que el obtendria, ahora lo llenaba aun mas de temor, haciéndole sentir ese viejo miedo que hacia muchos años  no dominaba en el, tenia miedo, temor, no por el castigo que le seria otorgado, si no por emprender su partida y no volverla a ver nunca jamas. Algo que no había sentido en su ya larga vida.

Sus manos inmoviles pero su corazon era imparable, cada bombeo de sangre iba directo a sus manos, para dedicar a ella delicados versos, confusas metaforas y vivas frases haciendolo sentir un insoportable dolor en las articulaciones de las manos por cada trazo de aquella inicial suya que hacia , que a pesar de, el recibia con grato placer.

                                   
"Radiante, radiante es el amanecer cuando te ocupas
de arruinar el resto de mi existir, digame
que tipo de placer es el que la motiva a tener en la desolacion
a este viejo decrepito que la culpa a usted,
solo por no saber que hacer..."



En su soledad se pone a deshojar las flores que encuentra en el camino, no lo hace por contar la suerte que le toca con ella, lo hace porque para el, es solo un derroche de fuerza que sabe va a tener final, en cada petalo escrita esa inicial que tanto le duele trazar.

La ve pasar al otro extremo de la calle, su vista no le permite distinguirla, pero el sabe que en definitiva es aquella linda joven, caminando para sentarse a esperar a aquel que a vista borrosa observa, esa silueta que se queda solo un momento en frente de ella y enseguida se va, dejandola triste y pensativa sollozando muy silenciosamente, esperando una nueva oportunidad para volver a tener compañía.

Aun ignora cuan magnitud puede tener su felicidad, ella esta comenzando a vivir y el espera a la muerte. Ahora  no quiere morir, ni aunque le prometieran el cielo; su cielo esta en la efimera vida terrenal, desesperado por no saber que hacer en tan bello laberinto, perderse es una opcion, pero arriesgar cuesta, pero el que no arriesga no gana ni pierde; sus manos siguen lastimandose con tal de dedicarle a aquella joven mujer las palabras que desahoguen a su vieja alma, regalandole a su cuerpo la mejor de las sensaciones. 



"Cada dia que apenas te veo a lo lejos me pierdo, y
cuando logro reaccionar ya solo aprecio blancura,
no logro percibir otro color, no veo ni mi sombra,
todo este poder tiene tu sola presencia sobre los que te admiran
de la manera en que lo hago yo"




"No le arruines la vida..." se decía a si mismo, el no queria hacerlo, el sentir que le causaba esa joven era escondido dia a dia por el, triste por su situacion, pero es un anciano y al igual reflexiona por cada encuentro con ella, es su larga vida la que le responde con las conclusiones y pensamientos mas admirables, su vida llena de amores inolvidables en la que no existia una situacion como aquella, o tal vez ni siquiera lo recuerda.



"Amor pasajero: siempre fuiste la mejor alternativa, 
un camino distinto, el mas corto, el mejor atajo, 
gracias a ti conoci los mas dulces placeres de la vida, 
sin lastimar alma de dama alguna, 
esperando a que se desvanecieran poco a poco 
cada uno de esos sentimientos que muchas veces
duran poco tiempo; al igual fuiste cruel conmigo, 
cuando quize probar las mieles del amor verdadero, no me lo permitiste; 
amor pasajero, tu no dejas gozar lo que pocos conocen 
y de nombre le asignaron el amor no austero..."



Cuando vives la vida derrochando vano cariño tambien hay consecuencias, de eso aquel anciano estuvo conciente en todo su largo recorrido por esa efimera cuestion llamada vida. Su actuar y vivir no fue vanidad, no tuvo el privilegio de saborear aquellas mieles del amor, ahora es demasiado tarde, asi dicen los jovenes para excusarse de una larga espera sin saber que la verdadera espera consiste en esperar la muerte.





Su ultima carta...





Es momento de que entienda como la vida a la vez que va dando va arrebatando. No te enteres nunca querida, que este viejo te dedico palabras que no fueron vanas expresiones sin ser pensadas siquiera, o sin ser verdaderamente sentidas por este artilugio que llevo dentro, y que lo llamo ahora, en el fin de mis dias y existencia, corazón. Que latía por ser función elemental suya, pero no por deseos de seguir respirando y bombeando sangre, ahora que verdaderamente quiero saborear el aire a base de grandes latidos y suspiros por ti, me quedo en el no poder, la zozobra que deja la impotencia de haber ignorado y oprimido un sentimiento tan extrañamente agradable, detallando cada rasgo visto en ti, dándote una máxima expresión angelical, a ti, a esa sensación y esperanza de casi tener a lado la verdadera compañía, la compañía que supongo, a cualquiera agradaría, la compañía menos falsa de todas. Es cierto, así me voy, pensando y sosteniendo lo escrito en esta carta, la dejo aquí en esta mundana existencia, sobre la tierra, sobre lo tangible, no quiero llevarla conmigo, a donde me corresponda ir, lo dejo como un simple papel aquí, no lo llevare como certificado de amor para mi salvación. Se queda en la posterioridad de su pensamiento, por muy perturbador que pueda parecerle.






Escritor Anonimo

domingo, 22 de septiembre de 2013

Un momento alternativo.

Cuando la noche llegaba, solía acordarme de aquel que alguna vez me hizo vivir mas de  un momento especial, no lo podía sacar de mi cabeza, no se que fue lo que le hizo a mi entregado corazón, no entendía porque tenia una cierta necesidad de acompañarlo a donde fuera con tal de compartir una noche semejante a aquella en que empece a quererle de la manera mas apasionada. Una noche inolvidable en la que estuvimos en la habitación de un hotel sin siquiera yo tener 18 años.

Mi cabeza no logra entender que fue lo que sucedió con esa parte blanda de todo ser humano, el corazón.


Mi único pasatiempo ha sido el tratar de responderme esa pregunta que parece no tener respuesta, nada productivo e podido hacer por consecuencia de ello, sigo con la misma duda aun, a pesar de que gracias a un muchacho muy lindo esa incógnita no tiene la misma importancia que tenia, antes de haberlo conocido era un martirio total. El me demostró el lado trágico de todo aquello que había hecho  y que tanto me ha distraído de lo que en verdad vale la pena, decía que no daba consejos, porque no sabia darlos, decía que le hacia falta tener 75 años y una vida hecha para saber darlos, me hacia reír diciendo que si deseaba uno lo buscara en 60 años para darme ese consejo personalmente.


Aun así todo aquello que me decía casi a manera de regaño solía yo tomarlo como un consejo, lleno de experiencia, como si el ya hubiera vivido toda una vida y había vuelto a comenzar otra, no se, sus palabras y su compañía me hacían sentir bien, la seguridad que me daba derivaba de una compañía quizá fantasmal, alguien que había muerto y estaba en compañía mía después de toda su vida de pie en reencarnación del alma perdida con memoria. Recuerdo que juntos frecuentábamos el comedor exterior de una cafetería, sentados, ya fuese comiendo o solo platicando tranquilamente, la manera en que las palabras salían de sus labios era tan inquietante, estaba adentrándose sin querer a mi cabeza.




Mis errores seguían uno tras otro, aun tenia ese cariño a aquel que me llevo a la cama por primera vez, no resistía controlar una confianza interna de seguir dándole el privilegio de mi cuerpo, privilegio que quizá solo aprovechaba por diversión. Mi personalidad no ha sido la misma desde ese ultimo momento, ya poco me importa el querer a un hombre de la manera en que interviene todo ese cumulo de emociones internas, y el lindo muchacho que me apoyo sabia eso, tanto que llegue a pensar que el y yo no eramos muy diferentes. Deje escrito eso en alguna parte con ganas de decírselo, pero mi cinismo no me dejaba, lo extrovertida no se me quitaba, a su lado hacia cosas que sobraban siempre, cosas sin sentido, provocando en momentos un sentimiento de zozobra que solo me hacia buscar a otros hombres para olvidar temporalmente mi falta de cabeza.


Me hubiera gustado leerle la mente, me intrigaba totalmente lo que pensaba de mi. De tanto reflexionar y pensar todo esto que digo, llegue a una conclusión, sin duda el gano la primera jugada: Me empece a encariñar con el.




Yo sentía que el me apreciaba por causas que desconozco y quizá desconoceré toda mi vida, pero me gustaba el pensar que ese muchacho tan lindo para mi estaba a mi lado apoyándome por algún sentimiento que logre arrancar de mi corazón para ponerlo en el suyo. Aun así era una gran duda, pero es cierto que ese tipo de cosas y sentimientos se notan a leguas.




No suelo escribir este tipo de cosas, y menos en secreto pero esta vez no se que me esta pasando. Sera que siempre e sido una egoísta, egoísta hasta conmigo misma, estoy perdida vagando por esta vida que parece no tener destino. No se porque escribo todas estas extrañas palabras. Igual me recuerda a el, dice que no le agrada la compañía humana, el tiene sus motivos y el tiempo no nos fue lo suficiente como para conocer de el todo eso que llena de dudas a cualquiera que esta acostumbrado a rodearse de manera hipócrita de gente. Cuando quería preguntarle sobre su forma tan peculiar de ser, no se como le hacia, pero una vez mas volvíamos a hablar de mi, me imagino que así de difícil es lograr que el hable de si mismo.


Hubo un tiempo en que sentía casi la necesidad de comunicarme con el, de verle y no parar de hablarle, en verdad ya no entendía nada de lo que estaba pasando espontáneamente, quizá el no tenia ningún interés en mi y eso fue lo que me hacia esforzarme para lograr que se quedase conmigo.


Nunca me había agradado ver que lloviera, no me gustaba; pero en una ocasión compartimos una larga charla en medio de la lluvia que pocos buenos recuerdos me trae a la cabeza; en esa platica solo nos explicábamos el uno al otro un sin fin de tonterías de las que quizá en un tiempo mas adelante me reiré, solo me regañaba, me hacia ver como tonta, ya no tenia ni la ética ni la moral para responder, como consecuencia, no podía defenderme. En parte sentía placer por no poder hacerlo, sentía mil emociones que salían poco a poco del lugar en el que estaban encerradas...lo confieso.


El gusto por el dibujo es lo mio, pero también hay algo que me caracteriza de igual manera: Mi torpeza. Admiraba cuando lo veía con la mirada clavada en una hoja, solo dejando que su mano hiciese todo el trabajo, una fluidez casi natural en cada movimiento, su único "descanso" era para observar una vez mas lo que estaba dibujando. El retrato mi mirada y cuando lo hizo, no solo vi artísticos rayones en el papel, sentí que esa mirada decía mil cosas negativas, el no tiene la culpa, solo la dibujo como la estaba apreciando en ese momento, con su mirada clavada en cada detalle de mis ojos, sintiendo con gran fuerza su mirada triste y triunfante. Lindos ojos en su hoja blanca que me expresaban algo muy diferente a lo que me decía el verme al espejo.





En fin, puedo decir mil cosas de el, pero no terminaría, o quizá si encontrara el final de este "alago"; por decirle de alguna manera; me llevaría miles de paginas.

No suelo hacer este tipo de cosas y menos en secreto, pero esta vez no se que me paso.

Tanto el como yo hemos sido egoístas, estoy segura que el piensa de igual manera, pues hoy este egoísmo ha hecho arrepentirme de cada minuto desaprovechado con el y también me ha hecho agradecerle aunque sea en lo mas mínimo a aquel que logro llamar mi atención. Espero que nadie se entere de esto que estoy escribiendo, así como de la carta que aun tengo escondida y que lleva dedicación para ese que compartió conmigo una falsa compañía muy agradable, tan agradable como la noche en una remota banca perdida en la obscuridad, tan agradable como los atardeceres fuera de la cotidianidad, tan agradable como abrazarme de el y sentir un cierto rechazo, tan agradable como su silencio, pero aun mas agradable como haberle conocido.


Nunca debí enterarme de su interés por otra persona y solo una mínima parte en mi; que aun seguía siendo solo suposición mía y no confirmación de el; pero una vez mas vuelvo repetir: Ese tipo de cosas se notan a leguas.


Me voy tranquila y arrepentida; tranquila por haberle dejado en claro que en verdad lo quise, y arrepentida por sus propios motivos, por sus pensamientos personales de mi; aun así...sigo diciéndole que lo quiero.



Retomo así una frase suya :


"Estas son el tipo de casualidades que se convierten en ironías y no quieres que acaben jamas..."

Lo acepto; encaja de la manera perfecta; así como el lo había dicho.


Espero algún día padecer amnesia para evitar solo olvidarle por momentos breves y consecuentemente volver a lo mismo, tener amnesia para no volverle a recordar, porque sustituyo con méritos que desconocía, a ese infeliz al que casi llegue a idolatrar solo por compartir el fuego de una pasión desmedida que creí, nunca acabaría.


Me rindo, tu ganas; pero el juego para mi aun no termina; mientras siga en la jugada con otros muchos tratando de vencer y salir triunfantes.

No lo sabemos, pero algún día; sea lejano o cercano, reanudaremos esto de la mejor manera; no lo sabemos, ni tu ni yo, pero pueden ser dos caminos separados que choquen una y otra vez hasta llegar a sus destinos.






Hoy así lo deseo, aunque por el momento viva feliz con lo que tengo...




Escritor Anónimo





domingo, 23 de junio de 2013

En el puente, solitario y observando sueños a lo lejos.




                         


Después de haber despertado muy temprano, me encontré con un día normal, todo se veía tan bien, el panorama estaba mas que prometedor para un día tan diferente y a la vez tan cotidiano. Mi animo no se derivaba de lo que ocurriría en el transcurso del día todo ese animo salia de un rincón muy extraño al que el joven estudiante le llama "sombra", un lugar desconocido que obtiene de nombre esa palabra por el hecho seguirnos a todos lados.

El cielo tan despejado, el aire agradable prometiendo que el sol no haría de las suyas una vez mas, tome rumbo a mi destino, como es costumbre observaba el cielo mientras pensaba, recordaba con enorme gratitud aquello que sucedió por mi largo y a la vez tan corto recorrido en la travesía mas extraña de mi vida, llegando a cierto sitio en aproximación al lugar ya pactado, comenzó una suave brisa, no había nube alguna, pero al voltear nuevamente hacia arriba, ahí estaban algunas solitarias nubes muy distanciadas que no amenazaban mucho pero sorprendentemente lloraron entre todas para intentar mojar al que se atreviera a salir.




Llegue y me encontré con cada uno de los aprendices de la vida, esos que daban un paso mas en el descubrimiento de sus virtudes, ofrecí un saludo en general discretamente, la seriedad y el estilo no falto en cada una de las prendas que vestían por la ocasión, presentía que el día seria normal por primera vez para un momento que debió ser especial. Todo estaba tan normal, pero el cielo se nublaba poco a poco, aun así no habían indicios claros de lluvia.

Cuando todo termino, cada uno de aquellos jóvenes comenzó a desear no emprender un nuevo camino, no había consuelo en ellos, porque al mirar hacia atrás se daban cuenta algunos, que habían dejado muchas cosas por hacer pendientes y otros que solamente les daba nostalgia el pensar que solo hay una vida y lo que va quedando atrás, irremediablemente se queda atrás y en el pasado.




Una retirada mas, inevitablemente una retirada mas. Al regresar, todo el camino me encontré solo, me imaginaba mil cosas, al igual recordaba de cada una de esas vivencias, recordaba las amargas y las mas dulces, pero solo descubrí que después de probar lo dulce no puedes detener el hecho de que como consecuencia de ello viene la amargura, es que todo tiene precio en esta vida. Llegue a mi casa e igual no entiendo el rostro de cada uno de los vistos hoy, giro la cabeza alrededor del cuarto y una ves mas no veo a nadie, solo los tengo en mi pensamiento, ya no están ahí donde según yo los veo y donde tantas veces los ignore.




Me encuentro derribado en mi cama, la cama que tantas veces me ha traicionado, esa cama que por extrañas razones solo me ha hecho malas jugadas sacando ese gran haz que me gustaría tener debajo de la manga para propio beneficio, comienza un suave golpeteo constante en el exterior, la carretera retoma un color negro, comienza a invadir mis 5 sentidos un suave y agradable olor, por fin llego, mi compañera la lluvia. Salgo para apreciar ese momento que elimino mi día normal para siempre. Hay dos palabras en un extraño idioma escritas en un papel que me encontré en la calle tirado y apunto de mojarse hasta ser ilegible, por alguna razón que no se explicar lo levante, recuerdo que eran estas :


                    te vein ed juny o ed le vein te cetre




Al mojarse en mis manos no volví a ver jamas esas extrañas palabras, la misma agua logro correr la tinta de un bolígrafo muy viejo aparentemente y gastado al parecer por 3 años o mas. Mientras seguía en la calle emprendí ruta en busca de falsa compañía mientras a la vez veía pasar el carro del circo que anunciaba una ultima función en la gran carpa, después de eso visite uno a uno a algunas personalidades para pasar algo de mi tiempo con ellas, todos estaban ahí en un 0 perfecto que se disolvió poco a poco. Al verme ellos solo voltearon y ofrecieron la calurosa bienvenida digna de las personas que viven toda su vida pasando desapercibidos del mundo, la tarde seguía en llanto, solo disfrutaba del ambiente dándome cuenta que el tiempo que transcurría  cruelmente me daría la espalda una vez mas, teniendo en cuenta que no seria la ultima vez, pero quizá la única que recordare con gratitud y rencor. El tiempo solo corre, y solo aparenta detenerse cuando lo observas.

Se mostraron muy impacientes los minutos, eran las 5:30,  momento en que los recuerdos quedaron marcadamente señalados por una persona que agradablemente recordare, solo por el hecho de partir la historia y re inventarla de manera diferente, una persona que quizá no volveré a ver, aunque la vea nuevamente de manera física,  una persona que conocí muy poco, pero que le eh asegurado mil cosas de las que ha aprendido y que se ha pasado todo ese tiempo ya en recuerdos llena de falsedades y cariño. Le había dejado en claro que yo terminaría ganando, así fue, y por lo mismo no creo volverla a ver, aunque su persona física este en mi frente dirigiéndome la palabra.




Me aleje un poco de todas aquellas personalidades, mire al cielo del que ya ceso la lluvia que había dejado de caer hacia ya seis días recordando que siete días antes supuse que este día seria lluvioso, soñandolo así como lo estoy viviendo ahora, suprimiendo para siempre este día que parecía "normal". Desde ayer hacia atrás los días eran muy soleados, excepto el séptimo día, que fue que ocurrió la "ultima" llovizna.Ha pasado un día mas, sigue nublado, el aire es frío,  un puente me invita a subir en el, atraído por un extraño sentir y veo un panorama que no olvidare, soledad tan dulcemente amarga. Me pongo a pensar, luego me doy cuenta de muchas cosas, momentos que hacia años imagine supuse pasarían con ciertas características y que solo hasta el día de ayer han sucedido de esa manera...













Escritor Anónimo



martes, 30 de abril de 2013

Sin querer

Lleno de inseguridad, lleno de nostalgia interna, perdido en el éter de la sociedad, era el niño que termino con una vida llena de lujos, pero totalmente podrido por dentro. Sus padres, criados en la vida dura y cruel, no querían que su hijo careciera de nada, ellos querían solo lo mejor para el, por el maldito rencor que le tuvieron a sus tristes vidas, lo menos que deseaban era que ese joven, de quien no recuerdo exactamente su nombre, viviera con esa tristeza que los saco adelante. El contaba que su padre tenia una linda frase, que al momento de decirla bajo efectos del alcohol no podía evitar derramar lagrimas por sus bronceadas mejillas :

"Los chingadazos son los que te hacen salir adelante hijo.."

Pero a pesar de la filosofía que su padre tenia, lo convirtió en un chico lleno de inseguridad, no se si fue culpa de su madre, o de su padre. Los problemas de deudas que tenían cuando el nació eran tan graves que tal vez todas esas preocupaciones fueron su pan de cada día, era consciente de todo problema en que sus padres se metían, sin querer sus papas habían procreado a un niño con mentalidad de persona mayor, es extraño entender algo así, porque nadie empieza su vida de esa manera tan particular. Siendo un bebe la vida para el fue percibida de una manera difícil de explicar, solo le falto poder hablar, para expresar que las preocupaciones que el mundo exterior le dejaba en la cabeza, le estaban haciendo daño. Pero los bebes solo balbucean.

Sus padres luchaban día a día entre discusiones y pleitos, la situación era muy difícil para ellos a pesar de su situación económica "decente", desafortunadamente el ya escuchaba todos esos pleitos y discusiones. Ellos querían lo mejor para el.

Rodeado de gente, gente que no existía aun para el, ansiaba poder hablar para tratar de encontrarse así mismo, ya que sus progenitores poco tiempo tenían para escucharlo, estaban preocupados en sus asuntos, a el le llenaba de indignidad el no poder ayudarlos, ya que sus brazos y dedos eran muy pequeños, su cuerpo no tenia el tamaño de el de ellos, solo los observaba con indiferencia desde un pedazo de esponja que usaban como como cama los tres, ahí acostado, sin ver a el alrededor, su mirada solo estaba dirigida a ellos.


No disfruto de poder admirar su entorno, su mirada solo clavada en sus padres, ansioso por sentir que lo cargaran, por sentir la tranquilidad que da el tener alguien a su lado. La situación mejoraba poco a poco, su madre lo abrazaba, sentía un gran orgullo por tener un hijo tan parecido a ella, no sabia que el pequeño bebe había pasado la misma crisis que ellos, no tenia ni idea que ese pequeñito ya tenia llena la cabeza de preocupaciones.


Al enseñarlo a caminar no tardo mucho en aprender, tenia ese animo por aprender a mover sus piernitas para seguir a sus papás a todas partes a las que fueran, miles caídas tuvo que sufrir, pero la recompensa ya era mejor para el.


Aprendió mucho de preocupaciones y vida cómoda. Inseguro de todo creció poco a poco viviendo el día a día que esta vida cruelmente le da a cada quien. Le costaba hacer amistades, la timidez se le veía a lo lejos, no sabia en que mundo estaba, en el de preocupaciones o en el de la libertad de albedrío. Solitario conociendo poca gente que lo acompañaba, trato poco a poco de quitarse ese fantasma de encima, ese monstruo que había en el. Luchando contra la persona que sin querer le hicieron sus padres. 


Joven de mirada triste y perdida, joven de espíritu débil, joven de alma grisácea que no sabia en que cuerpo estaba, quizá dios lo había mandado para cambiar algo en el mundo, el siempre se había negado a lo que era, nunca quiso ser quien era, confundido totalmente, rodeado de gente, gente a la que aun no podía percibir, sus sentidos estaban apagados, observaba, pero no veía nada, escuchaba pero no lograba oír nada, la lucha estaba en contra de el mismo, utilizaba su mente para pensarse a si mismo y olvidaba poco a poco lo que era su entorno.


Desesperación que se apreciaba día a día, nadie lo notaba, parecía tan normal, su sonrisa contenía los enigmas de los que todo mundo disfruta descifrar, se ocupaba en mentalizarse para luchar contra ese joven que criaron sus padres, su horrible pesadilla era esa, el estar totalmente bloqueado por su inseguridad, su miedo y temor.


Se marcho emprendiendo un nuevo camino, uno del que nadie sabría lo que sucedió, ni sus padres supieron, quizá nadie mas sepa de el, así lo quiso el joven aprendiz de la vida, el que se había adelantado a todo, el que no sufrió de lo que sufrieron sus padres físicamente, el que no aprendió rodeado de "chingadazos"; el joven que aprendió de los duros golpes de la vida sin querer, al que dios quizá mando para algo al mundo, el que lucho tanto por perder sus temores; ya nadie sabe de el ni sus padres siquiera, esos que no querían hacerlo sufrir, los que le daban todo para que no careciera de nada, nadie sabe donde esta. Tal vez el todavía sepa de si mismo, ya con su camino emprendido y sin rumbo fijo, quizá lleno de nostalgia o rencor a si mismo, a su débil espíritu, a ese "don" de sufrir las preocupaciones de sus padres desde temprana edad. No los odia, pero ya no esta con ellos, el sigue buscándole un fin a su largo viaje, tal vez así sea.




Sus padres solo querían lo mejor para el.



Escritor Anónimo






sábado, 16 de febrero de 2013

Ese ayer tan cercano...

Luego de regresar de una fiesta y haber consumido alcohol a mas no poder, llegue a mi casa, aun era temprano y mis padres veían en la televisión una vieja película mexicana, yo llegue directo a mi dormitorio, entre como el típico ebrio que solo va tirando cosas con la vista totalmente cegada por el alcohol y de movimientos torpes. Aun tenia el venerable don de pensar en lo que hacia, mi cerebro funcionaba luchando contra ese efecto tan extraño que deja el alcohol en todo el cuerpo, no tenia sueño, me di el tiempo para recoger el tiradero que había hecho al entrar forzando a mi cerebro a mover brazos y pies en contra de esa torpeza que tenia por la ebriedad.


Me agache y solo me balanceaba de un lado a otro, apunto estuve de caer al suelo, no aguantaba mi peso, pero seguí con la flexión de piernas, recogía el tiradero en mi cuarto y me encontré un penoso diario que escribía cuando cursaba la preparatoria, cada una de sus paginas tenia pequeños pasajes cotidianos que contaban la historia de una niña que me llamo la atención el poco tiempo que la conocí; tenia 17 años, era una niña, no le decía así en manera literal, era de una rara inocencia, para mi era una niña. No se porque deje de estudiar, tenia todo para seguir, sera que eso fue lo que me detuvo, nada me costaba, no valoraba lo que era estar en un nivel mas alto que muchos con los que comparto hoy turno en la fabrica partiéndome hasta el alma.

De esa linda niña no supe nada mas, tal vez en este momento este durmiendo con su pareja sentimental o haciendo el amor para terminar una noche de goce total y levantarse para ir a tomar su alto puesto de jefa en algún despacho de abogados. Sonreí un momento, me mofe de la ironía por mi ignorancia, no sabia que fue de ella y le pinte una buena vida sin siquiera saber que fue lo que en verdad paso. Quizá si es una dama exitosa, quizá estudio y hoy no se preocupa de nada, quizá no continuo estudiando y le fue igual que a mi, pero todo esto solo quedo en esos "Quizá", es raro encontrarte con textos que alguna vez escribiste en secreto por culpa de alguien, para mi, ese "alguien" fue ella.

Tome la libreta, la abrí recorriendo rápidamente cada una de las quinientas hojas...
¿Quinientas hojas? Que extraño, por un momento pensé que mi ebriedad me hacia ver quinientas hojas, pero después comprobé eso, y en efecto, eran quinientas hojas, no podía creerlo, seguí en ese breve recorrido de hoja por hoja mientras por mi mente pasaba un vago recuerdo que me quedo luego de pasar un tiempo a su lado, todavía me acuerdo :


Un día al terminar un pesado pero no aburrido día de clase (No era aburrido, todo el tiempo entre clase solo hacíamos relajo) yo me dirigía al baño, y me detuviste por la espalda, eras tan bonita, me agradaba tu gusto por los feos, yo me considere uno de ellos a pesar de llamarle la atención a mas de dos chicas, al hablarme me pediste que si al salir te podía acompañar mientras te fumabas un cigarro y platicábamos tranquilamente prestada la ocasión. No te humillabas al pedirme tal favor, sabias que yo no era el patán que pisoteaba a las chicas por el hecho de pedir algo así, sabias que este servidor no iba a reprocharte en alguna ocasión que tu lo buscabas. 

Algunos compañeros de clase y de otros grupos habrían dado todo por estar un momento así contigo, yo sabia eso, pero a pesar de ser bonita, no te prestaba mucha atención, no te daba esa atención que tanto delata a un hombre, solamente acepte y pedí me esperaras un momento en lo que salia del baño.Al salir estabas ahí, esperando pacientemente para salir juntos. El cielo estaba nublado, derramaba una fresca brisa húmeda, el rocío que anuncia esa necesaria lluvia para hacer de cualquier pasaje de vida algo ameno e inolvidable. Al salir aun había luz por el atardecer, estaba a punto de obscurecer totalmente, la noche se adueñaría del cielo aunque las nubes y la lluvia siguieron ahí. Nos sentamos al filo de la barda de un andador, platicamos horas, yo te veía fumar mientras me hacías distintas señas con la mano, sonreías o te burlabas y me dabas pequeños golpes en el hombro asegurándote de que mi atención fuera tuya, tu cigarro no se terminaba por la humedad de la lluvia, las horas que estuvimos ahí solo las gozamos mojándonos con cada una de las gotas  que del cielo caían, yo solo sonreía al mirar tu cara llena de ternura y amargura, eras tan extraña. Eras de otro mundo.

De noche poco te importaba la hora, aunque tu bien sabias que si te demorabas en llegar a tu casa tal vez te iría mal con tus papas, pero no querías retirarte, no se si te paso lo que mi mama una vez me dijo :


"-Te quedas clavado en un extraño sentir de tranquilidad, te sientes protegido."


Frase que le escuche el día que tristemente me gradué de la primaria. 


Yo seguía normal ante ti, aunque confieso esa noche la disfrute mucho a tu lado. Por fin estabas a punto de irte, tratabas de cerrar el tema del que conversábamos pero aun así no podías, hasta que pedí te retiraras para evitar problemas en tu casa. No entendiste el mensaje y te molestaste, a mi poco me importo, ya te ibas, y volviste la mirada hacia mi nuevamente, regresaste y dijiste:


-Quédate a mi lado.


Tus labios volvieron a callar y después de la típica mirada de cinco segundos, volteaste para tomar de nuevo tu camino en retirada. Empapado y solitario quede pensando lo que dijiste...


¿Porque quería eso? Fue la pregunta que me hice tanto tiempo. No la abandone, cuando lo necesitaba yo estaba ahí, estaba dispuesto a ayudarla, fuese de cualquier forma, ella no lo sabia pero fui su apoyo el tiempo que nos resto, de alguna u otra manera siempre fui su guía, desde lo mas silencioso y discreto, hasta lo mas directo y vistoso. Por alguna razón (una de millones) no había olvidado cada uno de los días con ella sin siquiera ser su novio.
Seguía hojeando la libreta, me detuve en una de esas quinientas hojas del diario, la fecha estaba borrosa, quizá ese día la borre a propósito para que no fuera cien por ciento legible, se podía apreciar levemente que el año era 2013, decía :


Hoy te he abrazado fríamente, tenerte cerca de mi hizo que sintiera lo que hace tiempo no sentía, algo extraño que no puedo explicar, lo mejor es que tú no sabes si fue bueno o malo el motivo por el que recibí tu abrazo, no imagino que seria si fueras mi novia.



Aunque te vallas por otro sendero, te protegeré, no precisamente entre mis brazos, haré un esfuerzo por ayudarte de todas formas, desde la mas discreta a la mas ruidosa, me dijiste con un tono de preocupación 

"Tengo que dejarte"


No te preocupes, tu misma sabes que nunca paso nada entre nosotros, ve tranquila, no mires hacia atrás, toque tu cabello y te sonreí, con muchas ganas de reírme, no sabia porque pero me quería reír. 

Mi felicidad sale de algo de lo que estoy seguro pasara..


Lo ebrio se me había pasado un poco, me dispuse a guardar esa libreta donde nadie la abriera hasta encontrar la digna casa en que habitaría en un tiempo no muy lejano, eso espero
Algún día iré a buscar a esa niña de la que cuide discretamente, tal vez ya no le de gusto verme, pero al menos sabre que cumplí mi parte, no se lo que pasara, la vida trae consigo sorpresas, es extraño, estaba algo ebrio aun con mi cerebro funcionando normalmente, con todo mi juicio. Quizá tenga memoria para ella, por el poco tiempo que ha pasado.
Volveré a recordar esto, son cosas tan cercanas, parece que no ha pasado tanto tiempo desde la ultima vez que la vi. Yo se que no querida.


Escritor Anónimo